Resolución de conflictos en equipos de trabajo

El conflicto como posibilidad de crecimiento

La presencia de un conflicto no es algo necesariamente malo. Es más, la mayoría de las veces significa un aporte positivo al crecimiento tanto laboral como personal, ya que intentando vencer el obstáculo se desarrollan técnicas de evolución mental y emocional. Sin importar cuál sea el conflicto, se puede administrar de manera que se minimicen las pérdidas y se maximice la ganancia.

Según antiguas y obsoletas técnicas de negociación, un conflicto se resuelve para sólo una de las partes; es decir uno gana y el otro pierde. Pero la rendición incondicional de uno de los participantes es la peor solución posible no sólo para la parte que cede, sino también para quien ha vencido, ya que la persona que se rinde casi siempre se sentirá agraviada y reducirá al mínimo los contactos futuros. Esto conlleva a un desgaste o interrupción de las relaciones interpersonales de los miembros del equipo de trabajo, y es probado que ante la presencia de comodidad y sensación de bienestar en el ambiente laboral, se logrará mejor cohesión, compromiso y dedicación, consecuentemente se percibirá mayor productividad.

De tal forma, el mejor acuerdo en un equipo de trabajo es aquel en donde ambas partes ganan y ninguna pierde, y esto se logra planteando todas las soluciones alternativas, lo más creativas posibles, en donde se exponen unos a otros los beneficios y no las pérdidas. Ambos deben ceder en sus pretensiones, y lograr un acuerdo que no necesariamente debe ser “a la mitad” para ambos (negociación distributiva), sino que cada uno necesita evaluar sus propias cesiones y concesiones independientemente de estar considerando lo que gane o pierda el otro (negociación integradora).

Superar el conflicto

Para ello es importante considerar que la intervención debe ser en el momento oportuno, permitiendo que el problema sea expuesto en un espacio en privado, en donde mediante la escucha activa y la realimentación o devolución, se permita crear un clima de confianza y apertura con los colaboradores del equipo. Estimular la comunicación entre los miembros del ambiente laboral permitirá dar lugar al consenso.

Si los bloqueos no se gestionan de manera adecuada y en el momento oportuno, la situación emergente y creciente producirá desmotivación en el equipo de trabajo y baja en el rendimiento. Mediante una eficiente negociación, en la que se acepte y se afronte la existencia del conflicto, y se busque el consenso entre las partes involucradas se arribará a una solución en conjunto. Para ello, los principales pasos a seguir son:

  • Definir el conflicto identificando necesidades (no soluciones) que dieron origen a la confrontación, en un espacio en privado y permitiendo que se expongan los puntos de vista de los involucrados.
  • Clarificar los objetivos laborales, escuchando a los participantes. Recordar y resumir las metas que se pretenden alcanzar.
  • Proponer la mayor cantidad posible de soluciones alternativas considerando ventajas y desventajas para ambas partes y sobre todo para el equipo en relación a la actividad que desarrolla.
  • Controlar y evaluar al grupo de trabajo posteriormente a la toma de decisiones. Supervisar las nuevas conductas para comprobar el nuevo grado de eficiencia adquirido.

por: Viviana Vitulich




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