Gritos silenciados


Hace unas semanas encontraron el cuerpo de Claudia Cerutti en Villa Regina. La mujer había desaparecido unos tres meses atrás y su búsqueda se efectuó solamente en redes sociales. Como había asistido a una de mis reuniones de Ayuda Mutua, quise averiguar un poco y luego de llamarla durante varios días, hablé con un policía para ver si me podía brindar alguna información. “Alguien llamó a Luis Beltrán, que creo es donde ella tiene familia?” Le pregunté. Me contestó que no, porque no había un pedido formal de investigación de su paradero.


Durante largo tiempo estuve coordinando Grupos Terapéuticos de Ayuda Mutua para brindar contención grupal a aquellas personas que la necesitaran y que no cuentan con otra opción en la ciudad ya que nuestros encuentros era el único espacio habilitado a estos fines. Muchas veces orientando hacia una derivación cuando creemos que necesitan atención médica, psiquiátrica o legal. Todo esto gratuito y sustentado de mi propio bolsillo ya que en el deseo de enmarcarlo institucionalmente y pese a haber presentado el proyecto e insistido durante años en el Municipio de la Ciudad bajo la gestión de Luis Albrieu, y éste último año ante la sede de Desarrollo Social en Villa Regina, y con pedidos formales expresos por e-mail a la Secretaría de Desarrollo Social en Viedma, no hubo interés en propiciar el espacio, que obviamente necesitaba una mínima subvención ya que en última instancia ofrecí mis servicios desinteresados con tal de que se brindara esa posibilidad en salud.

Debí cerrarlo por falta de recursos, pero en el último encuentro apareció Claudia, suplicando a los presentes un poco de compañía humana, ya que se sentía muy sola. Yo expliqué a todos los presentes que en ese momento se estaba estudiando la propuesta en Promoción Social de la ciudad, y transmití mi alegría y optimismo de que pudieran ocuparse de garantizar la continuidad del trabajo de los Grupos para que no tuvieran que cerrarse. Desafortunadamente la buena noticia nunca llegó, y una vez más vimos como se nos negaba la oportunidad de salud, y en el caso de Claudia, de vida.

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