Presente en la historia desde el comienzo de las sociedades humanas, la violencia es una modalidad de vinculación que afecta a todos los niveles socioculturales y a todas las clases sociales. Las relaciones violentas producen daño de diferentes grados para la integridad del otro. Es una relación de fuerza cuya conducta es aprendida, regulada, permanente y generalizada dirigida hacia objetos, sujetos o situaciones.
Las expresiones de violencia no sólo se circunscriben a la violencia verbal y física, sino que se manifiesta de diferentes formas y en distintos ámbitos, configurándose así diferentes tipologías de violencia como: doméstica, psicológica, laboral, obstétrica, etc.
El largo camino
hacia la erradicación de la violencia no depende de los otros, sino que
lentamente lo construye y transita uno mismo. El logro de la estabilidad
emocional de la comunidad se obtiene imprimiendo características racionales a
aquellas reacciones que exhibimos ante una provocación, con lo cual lograremos
disminuir gradualmente las expresiones sociales violentas, y aumentar las
posibilidades de coexistencia pacífica.
La representación
que una persona tiene de la violencia y de sus posibles víctimas desempeña un
decisivo papel en su socialización y el riesgo de ejercerla. Teniendo en cuenta
que en un hogar donde se exhiben permanentes situaciones agresivas el niño
considera autenticada la posibilidad de un futuro como ser violento.
La ira esporádica
es una respuesta normal del ser humano cuando se siente amenazado o frustrado.
No obstante, si no se controla bien, puede convertirse en un problema ya que
trastorna física y psicológicamente a la persona. De convertirse en un
acontecimiento permanente en las relaciones vinculares, daña el sistema
circulatorio, acelera la respiración, eleva la tensión arterial y tensa la
musculatura corporal. Dificulta el sueño y perturba la alimentación y
digestión. Todo ello sin mencionar el daño que les infringe a los que nos
rodean y se convierten en objeto de nuestra ira.
La respuesta
agresiva o violenta depende de cómo el individuo percibe la situación, y en
cuál de la selección de opciones que escoge en el momento se basa. Cuando
tenemos respeto por el pensamiento del otro, tolerancia hacia sus opiniones,
escuchando y aceptando a los demás; podemos debatir los puntos de oposición y a
partir de ello dirimir las cuestiones que se estén discutiendo, reflexionando
que el individuo violento sólo es el emergente de una sociedad enferma, el
punto débil por el que se manifiestan las crisis sociales no resueltas. Aprendamos a ver las
cosas desde la óptica de los demás practicando la empatía, es decir poniéndonos
más a menudo en los zapatos del otro.
Tenga en cuenta
también, que lo que suele molestarnos, frecuentemente es un reflejo de algún
conflicto nuestro que continúa pendiente, algún asunto sin concluir. Cuando se
sienta invadido por la ira y el enojo, antes de responder respire hondo, tómese
10 segundos y piense: ¿Por qué me enoja esto? ¿Qué puedo hacer para resolverlo?
¿En qué contribuye mi reacción y qué consecuencias tendrá? Si puede, calle por
unos momentos. En ese tiempo elabore con cuidado la respuesta, elija bien las
palabras que va a utilizar. Trasládese unos minutos hacia el futuro y piense
cómo sería la situación de haber respondido agresivamente.
Si Ud. presencia u
oye hechos de violencia restringidos al interior de un domicilio, tiene el
deber civil y moral de notificarlo. Puede hacerlo al 101 en todo el país, y a
números específicos de Juzgados de Paz, Comisarías u Hospitales dependiendo de
la localidad en que se encuentre.
En
Villa Regina:
Comisaría 5º – 446118
Juzgado de Paz – 461321
Defensoría General – 460228
Hospital - 463706
En
Gral. Roca:
Hospital - 428439/435852/42862
Comisaría 21º - 436718
Comisaria 31º - 435288
Destacamento 128º - 492223
Juzgado de Familia Nº 11 - 439954 - 439900 int. 2253
Juzgado de Familia Nº 16 – 439916/ 439900 int. 2412
Oficina de atención a la Víctima
– 439900
Quillagua “Lugar de Ayuda Mutua”
- 428409/ 429617
Otros organismos
gubernamentales y organizaciones sociales para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra
las mujeres, niños y familia:
Viviana Vitulich
Psicóloga Social
Terapia de Pareja y de Familia
Diplomada en Trabajo en Equipo (UBA)
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